domingo, 5 de febrero de 2012

Lost along the way.

 "I need someone to show me the things in life that I can't find.
  I can't see the things that make true happiness, I must be blind"


Siempre he pensado que era fuerte. Siempre he pensado que podría con todo, que cualquier problema que se presentara, sería capaz de superarlo. Creía que no tenía miedo a nada, que los temores infantiles como mi miedo a los payasos y a la oscuridad, estaban más que olvidados. También creía que era autosuficiente, que cualquier cosa que necesitara, o que quisiera, podría conseguirlo sola, sin la ayuda de nadie. Pensaba que olvidar sería sencillo, que los errores que cometí se arreglarían solos, o se perderían con el paso del tiempo, que herir a personas que quería se arreglaban con un simple "lo siento", y que echar de menos no dolería.
Pero hoy, la nube en la que vivía se ha desecho de repente, y el golpe no ha sido precisamente gratificante.
Ahora sé que no soy esa persona que creía ser, lo cierto es que apenas me parezco.
No soy fuerte. Cuando un problema se pone delante, al principio intento plantarle cara, pero lo cierto es que siempre acabo por rendirme.
Tengo miedo. De muchas cosas. Miedo a perder a mis seres queridos, miedo a que en un futuro mi vida no sea como me la imagino, miedo a no encontrar alguien que me comprenda, miedo a que cuando me caiga, no haya nadie para ayudarme a ponerme en pie... También miedo a la oscuridad y a los payasos.
No sé valerme por mi misma. Cuando necesito algo, siempre suele haber alguien que me ayude a lograrlo, normalmente mis amigos o mi familia. A veces no valoro la ayuda que me prestan, y me adjudico los méritos.
Olvidar puede ser muchas cosas: puede causar dolor, puede asustar, puede ser angustiante... pero ¿fácil? Bendita mi ignorancia.
Mis errores, los que creí que se perdían en el tiempo, en realidad están acumulados en un cajón, el cual, cada vez que miro atrás, se revuelve, esperando que alguien se atreva de una vez a solucionarlos.
Cuando pienso en las veces que hice daño a alguien, ese mismo cajón vuelve a removerse, pues no se trata de pedir perdón y esperar a que las cosas vuelvan a la normalidad, si no de estar atentos al camino para no tropezar con la misma piedra. Pero, a veces, en vez de caminar atenta, recorro el camino corriendo y sin fijarme.
Podría vivir sin muchas cosas, pero, si no están las personas que hacen que mi día tenga algo de sentido, las cosas se vuelven un poco más grises. Echar de menos es uno de los peores sentimientos que se pueden tener.
Supongo que no soy todo lo que yo pensaba, y tal vez debí darme cuenta mucho antes. Aún así, también supongo que nunca es tarde para solventar errores, pedir perdón, superar miedos y hacerse más fuertes.





2 comentarios:

  1. Oh, pequeño unicornio retrasado, todavía no entiendo por qué eres tan pesimista, si sabes lo que pienso, que me tienes aquí, para lo que quieras. Y que cuando el resto del mundo te falle, aquí estaré yo. Porque te quiero :3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. rhgieruhbliruhb No se me ocurre otra cosa que más que decirte que esto: Te quiero :D

      Eliminar