martes, 24 de abril de 2012

Am I to blame?

"Everyones got a place to be, but there's no room for me"


Es increíble la fuerza que tiene el tiempo. Te hace cambiar, crecer (o retroceder), te hace pasar por buenos y malos momentos, te hace recordar y olvidar... Son muchas las cosas que te pueden pasar en un simple día. Veinticuatro horas son suficientes para convertirte en la persona más feliz sobre la faz de la Tierra o, por el contrario, para que tu vida entera se desmorone. 
A veces, cuando nos pasan cosas buenas o malas, no nos paramos a pensar qué las ha ocasionado, simplemente nos sentamos a disfrutar si es satisfactorio, o nos lamentamos si es un desastre. Somos así de limitados. 
Me gustaría decir que no he pasado por cambios drásticos a lo largo de mi (corta) vida. Pero no puedo. Jé. 
Últimamente recuerdo bastante uno de ellos, aunque ahora mismo no venga a cuento. Me da vergüenza admitirlo, pero la verdad es que los sentimientos que vienen desde hace poco con dolorosa claridad son esos que tenemos las personas cuando nos enamoramos. Tiene narices que sea precisamente ahora, justo cuando estoy en un proceso de cambio. El corazón es egoísta. 
Si fuera para mirar hacia atrás y pensar lo bonito que era, incluyendo los buenos momentos y las lágrimas, diría que no es tan malo. Pero resulta que esos sentimientos han venido a atormentarme con una lacerante sensación de vacío y añoranza. 
Me fastidia bastante el echo que haya confundido "echar de menos a una persona" con "echar de menos lo que esa persona te ofrecía". Son conceptos distintos, pero qué queréis, soy de letras, y nosotros somos más retrasados. 
En fin. Resulta que hoy más que nunca, acabando la letra de una de mis canciones, me he dado cuenta de que las tres últimas iban del mismo tema. Las repasé tres veces cada una por lo menos, aunque no cambié nada. Al parecer, mi subconsciente está contradiciendo uno de mis principios más elementales: no necesito de nadie para ser feliz. 
Vaya, en algunos aspectos habré cambiado, pero resulta que no puedo dejar de mentirme a mi misma. Por supuesto que si necesito de los demás para ser feliz. Dios, si dependo hasta de un estúpido peluche para dormir bien. 
Aunque últimamente no dejo de pensar si volveré a sentir aquello que sentí hace algún tiempo. No tenía intención de buscarlo, ni la tengo ahora, al menos no del todo, pero supongo que hay demasiadas personas en mi entorno que ya tiene a ese alguien, y eso, aunque no me hace sentir inferior, me hace pensar si será un fallo mío, el no tener a nadie que de verdad me comprenda. Ese miedo que siempre he tenido a estar sola ahora duele más que nunca. Pero supongo que, como todo lo que he tenido que pasar, lo superaré. Mi abuela suele decir que las dificultades que nos encontramos en el camino nos hacen crecer, y, aunque no me sienta la persona más madura del mundo, si sigo aquí es porque algo fuerte soy, ¿no?